Cuando
era pequeña quería ser como la Barbie porque tenía muchos vestidos, un novio
rico y siempre destacaba en todo.
Con el
tiempo decidí que prefería ser como La Bella Durmiente del Bosque. No tenía tantos vestidos, pero su novio era
el príncipe y su vida era más emocionante que la de Barbie.
Después llegó la adolescencia, y aunque mis
ídolos de la infancia seguían ahí -a escondidas, claro-
quería ser como las protagonistas de mis series y películas favoritas.
Por
suerte, la vida sigue su curso. Crecí, no solo en edad, sino también en otras
cosas. Crecer es siempre un proceso
peligroso, ya que implica hacerte cargo de la realidad. Te das cuenta de que Barbie es una
muñeca. En mi casa está metida en una
caja de perfume con todos sus vestidos.
Cuando me acuerdo la saco de paseo y le cambio el conjunto para que siga
la moda. Pero eso es todo lo que es...
una muñeca.
La
Bella Durmiente del Bosque es un dibujo animado. Todavía veo la película de vez en cuando...
pero pienso que intentar sobrevivir a una bruja malvada mientras te enamoras y
flirteas con el príncipe es un poco estresante.
Respecto a las actrices que me gustaban antes... el tupé ya no está de
moda. Es como volver a ver esas fotos antiguas
que intentas no sacar a la luz.
Ahora soy capaz de entender que quería ser Barbie porque no tenía todavía la edad
para ir de compras por mi misma ni curvas para llevarlo. También quería ser La Bella Durmiente del Bosque porque era la protagonista de su propia historia, e intentaba parecerme a esas actrices porque
habían triunfado.
He crecido. Tengo muchas curvas, incluso demasiadas.
Voy de compras, una y otra vez, sobre todo desde que estoy realizando
las prácticas como personal shopper. Soy
la protagonista de mi propia vida, una historia que produzco y dirijo yo misma,
y considero que el triunfo depende de cumplir los objetivos que uno mismo se
propone.
Me
he convertido en una mujer real. Esa
especie tan común que trabaja, cocina, plancha, pone la lavadora y realiza una
lista interminable de tareas mientras se maquilla, se peina, va a la moda y, en
muchos casos, cuida de los niños.
Ya
no quiero parecerme a otras personas ni vivir sus vidas. Quiero ser yo misma, vivir mi propia historia
y conseguir todas las metas que me proponga.
Creo que la belleza está en sacar partido a nuestras cualidades
personales y desarrollarlas para crear de nosotros mismos obras únicas e
inigualables. Es la
belleza de ser uno mismo.
Está
bien tener ídolos de juventud, pero también referentes de carne y hueso que nos
inspiren y nos hagan crecer. Es por eso
que me parece estupenda la iniciativa que están llevando a cabo la revista Mía y
El Corte Inglés.
Están
realizando un casting para buscar mujeres reales que quieran ser portada de la
revista. El único requisito es ser mayor
de edad. En Zaragoza, tendrá lugar el día 7 de marzo en la Primera Planta de El
Corte Inglés de Sagasta, de 11:30 a 14:00 y de 17:00 a 20:30.
Si
te hace ilusión, ¿por qué no intentarlo?
Qué razón tienes Alena, que mejor belleza que ser una misma y estar orgullosa de ello.
ResponderEliminarPues yo me apunto, el día 7 ahí estaré
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